Que curioso resulta la forma en la que el mundo va aprendiendo, y como cambian los papeles en la relación del mundo financiero con el inmobiliario.
Conocido es, que en el transcurso de los últimos meses las entidades financieras han intentado inventar fórmulas más o menos imaginativas, para que desapareciesen de sus balances los activos financieros.
La imaginación no tiene fin.
Algunas entidades financieras han propiciado la búsqueda de acuerdos con los promotores privados, para desarrollar -promover o enajenar-, aquellos activos cuyo pesado lastre marcaba de forma despiadada los calendarios de dotaciones.
¿ Cómo ha ido evolucionando esta relacionabilidad ?
Inicio de la gestación.
- La entidad financiaba el activo y todos los costes dimanantes de la promoción, en su sentido más amplio, por supuesto.
- Se incluían también en la financiación los costes financieros que conlleva la nueva promoción; sobre todo que no falte de nada, como en las grandes bodas.
- Se solicitaba el aval del promotor.
- Se repartían las viviendas a priori entre las partes, en proporción al peso de la aportación del solar sobre la totalidad de la inversión (suelo más vuelo -levantar la promoción-, más todo lo demás…)
- Incluso se otorga al promotor, el beneficio de la comercialización de todo el pastel (promoción completa). Tanto la parte de las viviendas resultantes correspondiente al promotor como las de la entidad financiera.
- De esta forma no se comercializaba en competencia, si no en mutuo acuerdo de precios y condiciones.
- La entidad, garantizaba la recompra de toda aquella parte no comercializada por el promotor.
Es decir, lo que se realizaba era un puente de plata, para externalizar de balance durante más de tres años un activo, y luego, … , ya veremos que es lo que pasa.
En ese plazo de tiempo ya no quedará ningún gestor que responda de esa acción y como siempre se dará las culpas a los antiguos. Eso es tan viejo como… y lo sabe hacer hasta un niño de tres años…
Incluso si existiese la posibilidad de vuelta a la entidad en el cumplimiento de los pactos estipulados por ambas partes, a raíz de los malos resultados de la comercialización, pues nada. … , ya habrían pasado más de tres años, y eso es una eternidad. Con la renovación de gestores comentada…, ningún problema.
El tiempo pasa y el modelo se perfecciona.
- El promotor empieza a ver que puede llegar a existir un gran riesgo con este tipo de transacciones , toda vez que alguna entidad está dando síntomas de gran preocupación financiera y decide que no avala.
- El promotor considera que la garantía de recompra es muy débil ( por la solvencia financiera de la entidad).
Empieza a pensar que en caso que no se comercialice totalmente el activo finalizado (pisos más locales, si existen), ya no tiene perfectamente garantizada la vuelta a su origen (entidad), e igual se la tiene que quedar. Empieza a pensar que una cosa es ayudar, y otra muy diferente es acarrear con el activo y con la carga financiera.
Hemos pasado de una situación en la que la carga de la prueba estaba en el cliente, promotor, a otra situación en la que en algunos casos esta en la entidad financiera.
Cuanto recorrido se ha hecho y algunos que mal lo han hecho.
En anteriores crisis de los 80, o de los 90, la entidad financiera estaba por encima de cualquier duda.
Era algo institucionalizado, la fortaleza e indidudabilidad de la solvencia de la entidad era un paradigma que adquiria rango de universal.
Como juegan entonces esos nuevos papeles ?
En la tesis doctoral, «Una indagacion sobre la realidad del mercado inmobiliario español y su problematica contable; impredecibilidades y paradojas.», Eduardo Aznar – Diciembre 2.006, se analizaba, que promotores y entidades financieras eran dos caras de una misma moneda, pero claro, nunca cae una moneda de canto, por tanto; o es cara, entidad; o cruz, promotor. Pero el reparto siempre es desigual. Favorece a uno o a otro.
Entre ellos se dicen; «el día que me busques no me encontrarás».
Es cierto aquello de que la banca te ofrece paraguas cuando no llueve, quizás es para que el sol no moleste.
La crisis inmobiliaria en España ha sido provocada por las entidades financieras.
Ese regalo generoso y poco riguroso de la financiación, tenia un fin ya escrito y se ha seguido el guion al pie de la letra.
Con todo esto, evidentemente han cambiado los papeles.
Fdo. Juan Luis Dominguez, Doctor en Económicas, Profesor Universidad Barcelona.
Fdo. Eduardo Aznar; Doctor en Económicas. Servicios Financieros e Inmobiliarios.
http://www.eduardoaznarberruezo.wordpress.com